Para la licenciada en psicología, Gabriela Pasquali (M.N. 35872), especialista en economía del comportamiento, tal premisa no se adapta a la mayoría de las personas por considerar que como seres humanos “somos más bien emocionales, antes que racionales”.
“Y esto no quiere decir que seamos irracionales, sino que la emoción, por un tema evolutivo, se presenta antes que el raciocinio. Es decir, sentimos primero la emoción. Y esto, a la hora de invertir e incluso a la hora de ahorrar, puede precipitarnos a tomar decisiones que van en contra de los objetivos que queremos lograr si no lo manejamos bien. Por eso, en ocasiones digo que muchas veces nos convertimos en nuestro peor enemigo”, reflexionó Pasquali, en diálogo con Salud & Ciencia.
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La licenciada en psicología, Gabriela Pasquali (M.N. 35872), especialista en economía del comportamiento.
-¿Cómo impactan las emociones en las decisiones financieras?
-Existen al menos tres emociones que influyen a la hora de invertir. Una es la ansiedad, que también te va a tocar fuera del ámbito de la inversión y que según cómo la gestiones allí, también incidirá en cómo la gestionarás en las finanzas. La ansiedad tiene la particularidad de que se da en un mundo de bastante incertidumbre y que es lo que da lugar a esa ansiedad. Otras de las emociones que aparece es el miedo, sobre todo cuando uno prende los noticieros y ve que los mercados están a la baja. Y el otro extremo es, cuando todo va muy bien, la codicia, como una forma de sobredimensionamiento de la esperanza de lo que va a venir, minimizando los riesgos y sintiendo que todo va a estar bien y que nada puede salir mal. Y eso también es peligroso.
-¿Cómo encuentro el punto medio a nivel emocional?
-Hay varias cosas que se pueden hacer para tratar de gestionar estas emociones. Por ejemplo, cuando los psicólogos recibimos a personas con un problema bastante común que es la fobia a volar, o el miedo a los aviones, lo primero que se trabaja es en entender cómo funciona un avión. Esa información ya brinda cierta tranquilidad pese a que no va a sacar la ansiedad de cuajo. En las finanzas pasa lo mismo, por eso la educación financiera es un pilar muy importante. Si se interpreta qué estás haciendo y no se toma como que un está yendo a un casino a apostar a cualquier cosa, seguramente va a poder gestionarlo de otra manera. Después está también el autoconocimiento. No todas las personas nos sentimos cómodas en los mismos niveles de riesgo. Hay gente que es más osada, más arriesgada, y en contrapartida hay gente que es mucho más conservadora. Tendremos que pensar en inversiones que tengan que ver con este conocimiento que tenemos de nosotros mismos, con cómo es nuestra personalidad, con qué nos vamos sintiendo más cómodos. Esos son dos factores muy importantes, los dos pilares a la hora de invertir.
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La licenciada Pasquali en una entrevista televisiva en un medio capitalino.
-¿Cómo evitar llegar a niveles de pánico o asumir riesgos excesivos?
-Cuando uno se conoce, el primer paso es evitar llegar hasta esa instancia. Por ejemplo, vos te vas a encontrar con alguien que sabés que te dice algo y de inmediato te enciende una chispa que te genera bronca. En esos casos, lo que solemos recomendar los psicólogos es correrse, tratar de vincularse lo mínimo indispensable, porque el primer paso es tratar de evitar las situaciones que nos despiertan esa emoción. Entonces, si yo me conozco y referenciando a mi caso, que soy bastante conservadora o moderada, voy a recurrir a herramientas de inversión acordes a ello. Por ejemplo, hacer trading o scalping, que es comprar y vender acciones casi por minuto atendiendo a si suben o si bajan, que es algo que genera mucha tensión porque tiene bastante riesgo, en mi caso me haría muy mal porque me llevaría a niveles muy altos de reisgo. Entonces yo tal vez voy a ir, como se dice, a largo y no a corto. O sea, apuesto al largo plazo que sé que va a rendir, pero que requiere desarrollar la paciencia y otras cosas. En definitiva, si yo me conozco, voy a tomar decisiones que tengan que ver con mi perfil inversor.
-¿A qué se denomina la economía del comportamiento?
La economía del comportamiento es una disciplina que empezó a estudiar cómo los factores psicológicos, sociales y cognitivos, influyen en las personas a la hora de invertir. Porque esta economía que yo te contaba antes, la economía tradicional, que postulaba a un hombre económico muy sabio en la toma de decisiones, por los años 70 en Estados Unidos empezaron investigaciones en donde se hacían estudios de campo que ponían a las personas en situaciones de tomar decisiones en un contexto de incertidumbre. Y se comprueba que no tomaba las decisiones que la economía tradicional planteaba, sino que más bien caían, por ejemplo, en sesgos cognitivos. Según cómo le presentaban la información tomaba una decisión u otra. Entonces, a partir de estos estudios que tuvo a una de las caras más visibles a Daniel Kahneman -un psicólogo israelí que trabajó en Estados Unidos y que en el año 2002 ganó un premio Nobel de Economía por estos estudios-, se concluye que tanto las emociones como los sesgos cognitivos, nos influyen a la hora de invertir.
-¿Cómo es tal realidad en un contexto como el de nuestro país?
-En Argentina tenemos una particularidad y es que nuestra economía no es la más estable del mundo. Estamos acostumbrados, en cierto punto, a la inestabilidad, pero en otro punto también somos bastante reactivos. Si yo pregunto cuál es el refugio histórico que tenemos los argentinos cuando nos queremos resguardar de una crisis, me responden “el dólar”, que también tiene inflación. Y hay que saber primero que eso no es una inversión, es cambiar dinero por una divisa extranjera. Se está atesorando moneda extranjera que también se devalúa, pero tenemos como ese sesgo, como que hay una creencia popularizada que tiene que ver con la falta de educación financiera, y viene desde los arraigos de la infancia, que ese es el resguardo seguro y que nos lo fuimos transmitiendo. Creo que estaría bueno que la gente pueda empezar a descubrir que hay otras alternativas y que se animen, porque todas estas emociones y las que hablamos, también tal vez acá están más presentes por todo este contexto, pero que aun así, si uno empieza a revisar, por ejemplo, este mundo que tal vez yo conozco un poco más y que es el de la Bolsa empieza a revisar, cómo fue fluctuando el Merval, y probablemente les llame la atención.
-¿La educación financiera puede ser considerada sinónimo de certeza?
-A la certeza total no la vamos a tener nunca y ni siquiera la gente que más sabe de mercados te va a poder decir con un ciento por ciento de certeza que va a pasar mañana. Nadie tiene certeza, pero sí hay que aprender a gestionar la incertidumbre, es decir, debemos aprender a desarrollar la tolerancia a la incertidumbre.